Reconocerás el momento en que te suba la leche porque tus pechos se pondrán duros, sensibles y pesados. Deberás poner el bebé al pecho procurando encontrar una posición confortable para los dos. No intentes limitar el número ni la duración de las tomas, ya que el bebé se regula y pide el pecho sólo cuando quiere comer.
Tu cuerpo fabricará leche permanentemente y de acuerdo a la demanda que tenga. Debes tener presente que el tamaño de tus pechos no guarda relación con tu capacidad para amamantar ya que todo pecho puede alimentar a un bebé.
Puede suceder que alguno de tus pechos esté dolorido. Puede deberse a que se han obstruido los canales lactíferos, en ese caso se recomendable utilizar un paño húmedo y tan caliente como puedas soportar y también masajes en la zona afectada.
Ten en cuenta que de tu alimentación depende la de tu bebé así que procura que sea sana y variada. No olvides tomar mucho líquido. En caso de que la criatura manifieste alguna intolerancia, haz una revisión de losalimentos que ingeriste porque alguno de ellos puede ser la causa del problema de tu bebé.
No le des a tu hijo biberones de complemento. Puedes arruinar todo el proceso de lactancia en virtud de que la tetina del biberón es más sencilla de agarrar que el pecho y podría rechazarlo en su próxima toma.
Esta última afirmación es difícil de mantener en el caso de que hayas tenido un bebé y debas regresar al trabajo, pero si pretendes continuar con la lactancia podrías inclinarte por armar tu propio banco de leche (congelándola con la fecha de extracción) o realizar una lactancia en presencia del bebé, de manera que tu producción se adapte paulatinamente a su demanda.
La OMS recomienda un período de lactancia no menor a los 6 meses pero depende de la decisión materna. Al momento del destete se aconseja un espaciamiento escalonado de la toma que se irán reemplazando porbiberones. Del mismo modo se hace hincapié en la participación del papá o alguien del entorno para proporcionarle su nuevo alimento.
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Dios Te Bendiga